Notas del director de Ispansi, Carlos Iglesias
“Para cualquier director, su segunda película supone un reto, más responsabilidad quela primera. Sobre todo si, como en mi caso, la primera, Un franco, 14 pesetas, que habla sobre la emigración española a Suiza en los años sesenta, ha tenido un eco social tan importante. Ahora bien, creo sinceramente que con ISPANSI nadie podrá sentirse defraudado: es una muy digna sucesora en donde, como en aquélla, se sigue hablando de españoles fuera de España, mostrando un periodo de nuestra historia y de la historia europea que no estaba contado en ficción.
“Para cualquier director, su segunda película supone un reto, más responsabilidad que
La historia se desarrolla en escenarios naturales de gran valor visual, con un trasfondo bélico: Guerra Civil Española y Segunda Guerra Mundial, con personajes épicos a pesar de ellos mismos y de su humanidad. Mostrando, con equilibrio, las dos ideologías principales que movían y mueven al mundo, buscando un punto de encuentro que aporte algo más que el discurso manido de buenos y malos, porque entendemos que en el fondo todos los protagonistas se precipitan a su destino sin haber podido elegir…
El tema de “los niños de la guerra” me ha interesado desde que, cuando estudiaba en la Escuela de Arte Dramático de Madrid, tuve la suerte de tener a uno de esos niños como profesor de interpretación: sus recuerdos y nostalgias se me quedaron grabadas. El desarraigo, unido a las penalidades extremas que supuso la Segunda Guerra Mundial para el pueblo ruso, hizo que esa larga ausencia de tres mil niños españoles acompañados de unos cientos de voluntarios adultos se convirtiera en una de las epopeyas más trágicas de nuestra historia reciente. Es necesario, e incluso higiénico, dar a conocer esos hechos al gran público y ningún vehículo mejor que un largometraje con proyección internacional.
Fuente: periodistas en español
Notas del director de
“Para cualquier director, su segunda película supone un reto, más responsabilidad que
La historia se desarrolla en escenarios naturales de gran valor visual, con un trasfondo bélico: Guerra Civil Española y Segunda Guerra Mundial, con personajes épicos a pesar de ellos mismos y de su humanidad. Mostrando, con equilibrio, las dos ideologías principales que movían y mueven al mundo, buscando un punto de encuentro que aporte algo más que el discurso manido de buenos y malos, porque entendemos que en el fondo todos los protagonistas se precipitan a su destino sin haber podido elegir…
El tema de “los niños de la guerra” me ha interesado desde que, cuando estudiaba en la Escuelade Arte Dramático de Madrid, tuve la suerte de tener a uno de esos niños como profesor de interpretación que supe de su existencia: sus recuerdos y nostalgias se me quedaron grabadas. El desarraigo, unido a las penalidades extremas que supuso la Segunda Guerra Mundial para el pueblo ruso los huérfanos de la Europa ocupada, hizo que esa larga ausencia de tres mil niños españoles acompañados de unos cientos de voluntarios adultos los niños a los que nunca pudieron identificar se convirtiera en una de las epopeyas más trágicas de nuestra historia reciente. Es necesario, e incluso higiénico, dar a conocer esos hechos al gran público y ningún vehículo mejor que un largometraje con proyección internacional.
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