Sinopsis

Cole Kivlin quiere seguir siendo Corsino Fernández. Su esposa y sus hijos, en Texas, nunca han estado al corriente de todos los avatares que rodean a Corsino. En Estados Unidos, su vida se ha ido forjando a base de esfuerzo y adaptación. Ahora, a sus 80 años, cuenta la historia de su vida como si de una novela se tratara. Y mientras desmenuza el pavo, en la cena de Acción de Gracias, intenta adornar su pesadumbre y sentir más a su semejante, esa otra persona más pegada a quien tuvo que haber sido siempre: Corsino.









viernes, 5 de noviembre de 2010

Apuntes

¿CÓMO HACEMOS EL DOCUMENTAL?


Corsino, por Cole Kivlin comenzó a grabarse en el verano de 2008, durante una visita fugaz que el protagonista hizo a su tierra natal, Asturias. Durante los días en los que visitó a sobrinos y parientes lejanos de Moreda (Municipio de Aller), comenzamos a aproximarnos a la forma de ser de Cole Kivlin, y al Corsino Fernandez que acarrea consigo. No resultó una tarea fácil. No nos conocíamos, ni teníamos ningún vínculo en común. Además, una cámara intimida a cualquiera. Unas 20 horas de imágenes en bruto fueron grabadas durante aquella, su quinta visita a Asturias. Jonás Bel de operador.

En noviembre de 2009, seguí grabando entrevistas y escenas con el señor Kivlin, esta vez en su tierra de adopción, Texas (EE.UU.). Aprovechando la reunión familiar en torno al Día de Acción de Gracias, continué profundizando en la personalidad de Cole. Y hablando con sus hijos y nietos, reconstruí la historia de Corsino Fernández desde su realidad cotidiana, su vida en los suburbios de Fort Worth (Texas). Su lado americano contrasta con ese otro lado asturiano que aún atesora.



Corsino es un Niño de la Guerra peculiar. A lo largo de su vida atestiguó sus vivencias, recuerdos imborrables, mientras se iba convirtiendo en otra persona. Cole Kivlin ha querido preservar su memoria y recuperar, con el tiempo, una identidad perdida. Él, Cole Kivlin, es el resorte del documental. La película se puede ver desde una perspectiva social e histórica, pero también, y sobre todo, desde una perspectiva humana, la de un llanero solitario en busca de su identidad, la de una voz que quiere hacerse escuchar, la de una narración que preserva la memoria de un tiempo desdeñado. Por eso, no usamos más que sus recuerdos, sus textos y sus documentos personales – fotos, salvoconductos, certificados - para recrear aquellos años turbulentos que tantas veces hemos visto en cine y televisión.

Para la grabación, me rodeé de un equipo ligero y profesional con el que recoger en vídeo digital de alta definición (RED-ONE) todos y cada uno de los detalles que nos ayudaran a componer esta historia. Cuatro personas formamos este equipo, nos encargamos de operar las cámaras, capturar el sonido así como enfrentarnos a las labores de producción, sin resultar demasiado incómodos durante el encuentro familiar por excelencia en los Estados Unidos.

Algunas cuestiones logísticas han sido tratadas a través de la Official Film Commision for the Dallas-Fort Worth Region (Texas). También he conseguido contactar con responsables del Ayuntamiento de Aller en Cabañaquinta, para presentarles el proyecto e invitarles a participar en él. Una pequeña contribución simbólica llegada de la Concejalía de Turismo de Aller, junto a la subvención adjudicada por la Fundación de Cultura del Ayuntamiento de Gijón, son ayudas financieras que han contribuido en labores de postproducción del proyecto con más modestia que alboroto.

La documentación conservada por Cole Kivlin a lo largo de los años nos ha ayudado a ambientar la historia, que pasa por Asturias, Francia, Nueva York y Texas, principalmente. La película también está envuelta con una banda sonora original creada especialmente para el documental por el gran Xel Pereda.

Luis Argeo, octubre 2010. Apuntes sobre el documental Corsino, por Cole Kivlin

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